Un trato delicado de la uva en el que se busca su máxima expresión en todo el proceso, desde la cepa hasta la botella

Los orígenes de la familia Blanch relacionados con el ámbito agrícola se remontan a más de 300 años atrás con referencias escritas desde el 1736. Cultivando productos típicos de la zona de Tarragona, la evolución ha conducido al cultivo principal de uva en variedades como el Xarel·lo, Moscatel, Macabeo, Subirat Parent, Chardonnay y el Tempranillo sin olvidar el cultivo de la aceituna o los frutos secos como la avellana y la almendra.

Los frutos de la tierra así como la relación con esta, despertaron el deseo de dar un paso más en la evolución y tratamiento de la uva. Joan Blanch Maestro emprendió un pequeño negocio de elaboración y comercialización de vinos en 1965. Unos años más tarde, 1990, la segunda generación de los negocio familiar abrió nuevos campos de trabajo para adentrarse en el mundo del Cava, así como la presencia en las DO Priorat y la D.O. Tarragona con una apuesta clara por la exportación.

En la actualidad, la tercera generación ha considerado buscar su lugar dentro del mercado y focalizarse en la esencia del producto, las características de la tierra y de su uva y hacer un negocio basado en un producto ecológico y de máxima calidad.

Tanto es así que los primeros vinos de esta nueva etapa son con la variedad Subirat Parent, muy característica de la zona de Tarragona y recuperada especialmente para este proyecto.

Un trato tan delicado de la uva en el que se busca su máxima expresión, obliga a un control del proceso desde la cepa hasta la botella, donde cada detalle debe ser cuidado, convirtiéndose en la excelencia, el esfuerzo y el respeto por el entorno como principales valores.